sábado, 24 de diciembre de 2011

Filarmonica llega a Cañete, para educar.

Alberto Benavides Ganoza:

El hombre moderno quiere medirlo todo. De ahí el problema con las cosas intangibles, como la educación por ejemplo. De ahí que quiere medirse la educación con estadísticas y horas de clase dictadas.

Pero cuenta más la calidad en el caso de la educación y la cultura. Siempre será difícil medir la calidad de nuestros ciudadanos. Lo notaremos en el respeto a la ley y la capacidad de dialogo; lo notaremos en el grado de civilización con el que camina la gente por la calle, en el manejo respetuoso de automóviles y ómnibus; aparecerá también en la limpieza de nuestras calles e incluso nuestras personas; y quizás la señal más importante del hombre civilizado sea su amor por la naturaleza y por los árboles “Un parque, ha dicho Pessoa, es un resumen de la civilización.” El arboricidio y las rejas militares en los parques son señal de que aun no hemos arribado a una convivencia civilizada.

Sí hay una conquista civilizadora todavía pendiente en el Perú. Hasta en cosas aparentemente nimias como enseñar a los niños a lavarse los dientes, hasta en eso necesitamos de una instrucción benefactora. La higiene es parte de la civilización: es una aplicación práctica de la ciencia moderna. El resultado es salud y bienestar.

Debemos sin duda ser respetuosos de antiguas costumbres y de las mentalidades folklóricas que cargan tantas riquezas poéticas, pero las costumbres también se pueden corregir, y es parte de la historia humana que esto ocurra. Somos el único animal con historia, con cultura.

Una de las funciones de la educación es la formación de ciudadanos. Sin ciudadanos bien informados no puede existir una verdadera democracia, ni podemos aspirar a una sociedad justa y pacífica.

¿Qué tenemos que hacer por nuestra educación? Muchas cosas, pero todas requieren de dinero. Hemos hablado antes en esta columna de las bibliotecas públicas. Mucho se podría decir de la televisión y la radio. Sólo un tema específico: Filarmonía, la radio cultural del Perú, sólo llega a Cañete. Recuérdese que no se trata de una radio que sólo pase música alemana; hay excelentes programas de folklore, conferencias de grandes maestros…Pero además está la música clásica alemana, está Mozart todas las mañanas. ¿Por qué nuestra única radio cultural no se escucha en Ica y Huancavelica?

Creo que es parte de la integración de la que tanto se habla ahora ¿O es que sólo nos interesa Lima? La obra de la Asociación cultural Filarmonía que dirige la Sra. Marta Mifflin Dañino, es un ejemplo notable de trabajo por la cultura. Yo creo que debería llegar a todo el Perú.