“Ya está la semillita, vamos a empezar a cosecharla”, dijo Natalia Málaga, entrenadora de la selección de vóley, quien logró el título del Sudamericano de menores tras vencer a Brasil y clasificar al Mundial de Tailandia.
Málaga es consciente de la euforia que se vive en el país luego de haber vencido a Brasil; sin embargo, advirtió que en el Mundial “la competencia será más fuerte”. “Los (países) europeos tienen mucha talla, que es una ventaja, pero en técnica estamos a la altura de ellos”, dijo.
El contrato de la entrenadora vence a fin de año y aún no sabe si lo renovará debido a que en diciembre habrá elecciones en la federación de vóley. No obstante, ya ha trabajado en un plan de trabajo que presentará a la nueva presidencia cuando esta se instale.
“Mi idea es no tocar el equipo de menores, dejarlo siempre junto. Mi propuesta a la federación será de no alimentar a la selección de mayores, no quiero que interrumpan mi trabajo de cara a los mundiales (menores y juveniles)”, reveló.
Sobre la cuestionada forma de dirigir o dar indicaciones a sus dirigidas en la cancha, Málaga puso punto aparte al tema y confeso que a su hija la trata de la misma manera.
“A mi hija la ajusto tan igual como a las chicas del vóley, son mis compañeras, a veces soy dura, y quizás sus padres no son de esa forma con ellas, pero yo también las trato muy bien, hago un rol de mil facetas”, concluyó.
