Cañete 20 May.- El versátil poeta horazeriano con 62 abriles publica la novela "La máquina del crepús/culo",un motivo para conocer el universo personal del gran escritor cañetano.
–¿Cuándo nació el intelectual Enrique Verástegui?
–A los 14 años ya había leído El Quijote y a los 15 descubrí el placer de sentirme un intelectual cuando leí Los caminos de la libertad, de Jean-Paul Sartre. En Cañete me alucinaba con la vida de un intelectual europeo como no había encontrado modelo aquí.
–¿Qué encontrará el lector en su novela La máquina del crepús/culo?
–Es una obra de ciencia ficción. Es una mirada holográfica al mundo desde una novela más amplia que está sin publicar y que se llama El sueño de una primavera de Occidente, que la terminé cuando tenía 46 años. La máquina... se puede leer independientemente o como parte de El sueño...
–¿Y por qué no la ha publicado?
–Porque no he tocado las puertas de ninguna editorial. Ya es demasiado cansancio escribir como para agotarse y destruirse buscando un editor.
- Si le dieran a elegir, ¿se quedaría con la poesía o la narrativa?
–El asunto es que yo para escribir me provoco modelos. Entonces, desde un punto de vista objetivo, al publicar mi poesía, simplemente, es como ha dicho el crítico Ricardo González Vigil,
superaislante.
–¿Cómo se considera usted?
–Siempre lo he dicho: soy como una galaxia, con miles de soles y planetas, que son mis libros sobre filosofía, matemática, poesía, novela, cuentos y hasta periodismo. Puedo morir ahorita y me tiro a todos los poetas y novelistas latinoamericanos y europeos.
–Siento que para leerlo, se necesita un lector muy sofisticado.
–No sé, pero Paul Válery decía que debería escribirse una Divina Comedia intelectual, pues mi poesía lo cumple: es una galaxia.
–¿Se siente un poeta maduro?
–Busco realizarme frente a mí y mi conciencia. Y no quiero hacer ni marketing ni averiguaciones de saber qué le gusta a la gente. Trato de ser un gramático o un matemático eficiente.
–¿Los premios literarios nunca le han quitado el sueño?
–No, nunca he pensado que he de tener premios. Yo gané la beca Guggenheim, me postularon desde México y me fui a Europa, pero no he tenido necesidad de buscar premios.
–Muchos lo conocieron con la novela del chileno Roberto Bolaño, Los Detectives Salvajes, donde usted inspira uno de los personajes...
–Mi novela La máquina del crepús/culo es 10 mil veces superior a la novela de Bolaño en el sentido de la calidad y la contracción.
–¿Leyó Los Detectives...?
–No, considero que Bolaño es un escritor de tipo lumpen. Y yo, al terminar la Guerra Fría tuve que volver a la clase media de la cual salí y a la cual me debo. Entonces, mi visión es muy distinta a la de Bolaño: soy un intelectual peruano que por estar en el Perú me ha adelantado por mi cultura.
–Usted es uno de los referentes del grupo poético Hora Zero.
–El asunto es que a mí me gusta la literatura. Los encontré (a los Hora Zero) desunidos, lo que hice fue unirlos. Organizamos recitales masivos y nunca en el Perú ha habido tantas masas escuchando poesía como en los años setenta.
–¿Le falta escribir algún libro?
–Mi libro de poesía se llama Splendor IV (1995), tiene 1,200 páginas,algo que no lo tiene ningún poeta latinoamericano, menos del Perú. He publicado libros avanzados de filosofía, matemáticas. Escribiré algunas cosas más cuando tenga necesidad de hacerlo.
–¿Y cómo le gustaría ser recordado?
–Pues no sé. Por el momento me gusta disfrutar de la vida. He dedicado la vida a escribir con una ilusión: participar a través de mis obras en la creación de la industria del libro del Perú.( José Vadillo Vila).