Una excelente forma de educar, formar en valores y con buena moral es sin duda la práctica de la religión, lo digo yo que aunque hoy en día no soy muy asiduo a la iglesia reconozco que en mi niñez y mi juventud aunque jamás fui monaguillo, fue bastante influenciada por los valores que SE inculcaron en mi familia, mis maestros y la iglesia católica, los cuales agradezco tener presentes.
Es cierto que la reflexión es goce de un momento especial, no es incitada ni obligada, y estoy seguro que cada uno de nosotros reflexionamos de vez en cuando, sin contar las mil veces que lo hacemos cuando estamos en momentos malos. Pero las palabras de un padre en este caso el de Juan Manuel Escate Padilla, vicario parroquial de San Vicente, en la presentación de su obra en el auditorio del Instituto Valle Grande me hicieron tomar conciencia de la necesidad que tienen nuestros niños de tener un credo, de confiar en el dios divino como así lo hice yo. Fueron las palabras de este sacerdote que con su experiencia demostrada al hablar de lugares recónditos de Cañete, alejados de nuestra capital y tomando en cuenta la necesidad de cómo enseñar a tener fe, que me hizo pensar; ¿acaso soy solo yo o es que la gente de verdad está mal en esto, seré yo o es que el paso de los años y mis ocupaciones no me dejan ver más, o es que la gente de hoy esta hecha para adular y se olvido de adorar?.
Es un honor falto decir, al presentar una obra religiosa cultural que nace desde aquí desde Cañete con el padre Escate, obra que han de imitar, que servirá para mejores niños en la religión y en moral formar, que han de ser quienes opinen y defiendan su posición sobre si existe o no un dios para amar.
¡Una Escalera al cielo… … al encuentro con dios! , es una obra que los padres deben conseguir para el mejor formar de sus hijos que están en edad de recibir a Cristo, para los niños que van a ofrecer su Primera Comunión, obra didáctica con parábolas y cuestionarios fáciles de solucionar y así aprender que es estar en gracia para el sagrado sacramento en mención.
Por si fuera poco algo que acompaña esta obra es una producción musical no menos importante para nuestra cultura religiosa, un Cd de 16 temas a dios y a nuestra madre la Virgen María, que con voz melodiosa entona el Profesor Armando Peña Quintanilla. Cd que por cierto me hicieron recordar aquellas épocas donde el que redacta a los 15 o tal vez 16 intentaba acompañar a un coro de amigos en la iglesia de San José, donde entre amigos se incrementó mi fe.
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